Susan Sontag, una de las intelectuales más importantes del siglo XX, expuso hace 40 años cómo las maneras en que nos referimos al cáncer, el sida, la sífilis, la lepra y la tuberculosis repercuten en la conciencia colectiva de la sociedad occidental, ya sea al estigmatizar a los pacientes u orientando políticas de salud pública. Con una gran lucidez, su detonador ensayo muestra que las palabras pueden herir e incluso matar.